Se dice que el aleteo de una mariposa tiene
su repercusión como ondas expansivas. Imagina cada acción nuestra de cada día,
como puede desencadenar una miríada de acontecimientos. Tal vez te tropezaste
con alguien, como ej., y sin saberlo fuiste la gota que rebalso el vaso ese día
en esa persona y no sabemos qué pasó con quienes se relacionaron con ella en
ese día y siguientes.
Una vasta red donde cada hecho se encadena
con otro en un continuo sin fin. Imagínate la Flor de la Vida, y sus cruces e
intersecciones, roces y puntos en común. Todo el planeta unido por esta Flor de
la Vida, donde son insospechados los ulteriores hechos a partir de un solo evento.
Y, puede suceder, y sucede, que los hechos retornen a vos en su ola expansiva.
Los podes identificar? Es complejo, no
siempre es posible, porque la red se mueve en el tiempo; es interdimensional y
no siempre advertimos la cadena de hechos de donde provienen.
Por eso, lo importante es tener en cuenta al
prójimo. Que cada uno de nuestros actos sean para El Mayor Bien de cada uno de
los Involucrados. Pero: disponemos de toda la información para actuar así?; no
siempre. Hay que evaluar, sopesar todo y decidir, con los datos que contamos,
con lo que podemos estimar, y no sabemos muchas veces si puede haber un daño
impensado en alguien. Tal vez hoy no lo vea, pero en años se vislumbren las
consecuencias de un acto ocurrido hoy. Hay muchos acontecimientos de los que no
se puede escapar; ya que vienen a vos, están ahí, para los aprendizajes de tu
alma. Pero hay que moverse, no detener la rueda de acciones, de decisiones, la
rueda de la vida; por eso:
Que la Divina Acción correcta se manifieste.
Así
sea!!!
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