En
nuestras vidas muchas veces regresan a nosotros eventos del pasado. La famosa
frase “el pasado vuelve”. Esto nos enoja, frustra, deprime. Muchas veces
también, sentimos que esa puerta creíamos que ya estaba cerrada, que esa
situación estaba resuelta, que quedaba en el pasado, que, en definitiva: la
cuenta estaba saldada. La Vida siguió y en la Eterna rueda otra vez la misma
piedra se atasca. A veces es similar, no es necesario que sea la “misma”, que
la situación sea idéntica, pero ahí está.
No
tiene sentido enojarse, la vida te trae nuevas oportunidades para chequear si
creciste, si estás listo para dar el próximo paso, para hacer un ajuste en la
dirección de tu vida.
Hasta
que no abracemos estas piedras con Amor, difícilmente se correrán del camino.
Puede ser que detengamos la marcha, quitemos la piedra de la rueda y hasta la
rueda! Y sigamos… En realidad ralentizados como si una piedra invisible
siguiera allí, hasta que se vuelve a corporizar, incluso se atasca más. Son nuestros
aprendizajes, están ahí; y ahora: creciste?
Estás
listo para el siguiente paso? Vivimos preparándonos para esto; no nos damos
cuenta que la vida es como un espiral, a veces parece un círculo cerrado, pero
si creciste se propulsa hacia adelante y, ahora sí, el avance es notorio.
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