![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9rH-y3b7MPgAgCTXEx2z0CCXKzsrWgWC_aEyz1Q2Eq-GaGpN9DC1aPXXCYAbg6rhGgYFHAE6dahbS1Y-APwNghYtEAVKQdXHFkSfTgX67oDCq6YKSbzBmF2oqLyHieEYsFIDCsoZavmgj/s320/mandala1.jpg)
Una sesión de masajes en los pies. Qué será, cómo será, cómo exponer mis pies a un toque, un masaje, una caricia? Para qué?
Recargando todo el peso de nuestra vida sobre ellos, tan alejados de nuestros sentidos, tan ignorados y con tanto significado. Ellos van registrando en cada aspereza, dureza, rigidez, humedad, grietas, líneas; el paso de los años en nuestras vidas y con qué recursos contamos para transitarla. Todo lo que sentimos que somos y además, lo que nos pasa está guardado, indicado en los pies y, en general en todas las zonas reflejas del cuerpo.
Cómo dar salida a cada emoción contenida en los pies, en el cuerpo y en el alma? Soltando y aprendiendo es una manera de desandar el camino, así iniciamos el cambio y si ya se hubieren manifestado síntomas físicos es de esta manera como logramos que los mismos reviertan.
El cambio es posible, está a tu alcance. Recostarse y dejar que las manos del terapeuta trabajen, liberen la energía atascada, retenida; y así, mientras las manos hacen su trabajo, el bienestar surge y se expande en cada sesión; el corazón se aligera y el Ser se expresa libremente.